Las grandes corporaciones y empresas multinacionales se dan cuenta de que algo está ocurriendo con el talento de los jóvenes: resulta complicado atraerlo, pero más aún retenerlo. Quizás nosotros no seamos tan conscientes como los son los departamentos de recursos humanos de las empresas, pero lo cierto es que a día de hoy cuando se hacen los balances de fin de año, las salidas de la empresa son muy abundantes y casi siempre se trata de talento joven descontento.
En foros internacionales, en estrategias de empleo, en conferencias de recursos humanos, se discute esta situación, porque las empresas se cuestionan a sí mismas cómo atraer el talento y conseguir retenerlo en sus estructuras empresariales. A fin de cuentas, qué buscan los jóvenes tanto a corto como a medio, largo plazo.
Las expectativas de los jóvenes hoy día van cambiando, son cada vez más diferentes, y ellos mismos se vuelve camaleónicos con el medio. No les asusta enfrentarse a los procesos de selección y por supuesto siempre muestran gran entusiasmo a la hora de encontrarse en nuevos entornos. Con todas estas cualidades, no nos extraña que ellos mismos sean los que den el paso a la hora de marcharse, de dejar una empresa y lanzarse a nuevos proyectos.
En este sentido, las estrategias de recursos humanos para retener el talento no deberían enfocarse a lo que decimos que son los incentivos tradicionales, de dinero y vacaciones o tiempo libre. Sino que más bien, debemos darle una vuelta y entender qué es lo que los jóvenes buscan, qué necesitan cuando están en un entorno laboral. Una actitud de continuos retos, donde el trabajo no sea nunca rutinario, puede ayudar a que estos jóvenes se puedan sentir realizados. En manos de las empresas está la posibilidad de conseguir que todos estos jóvenes se integren en sus plantillas de trabajo.