En verano, la Fundación Biodiversidad sabe que, la zona en que más hincapié ha de poner para proteger la biodiversidad y lograr que ésta no se deteriore por los meses de vacaciones, es la zona litoral. Por este motivo lleva a cabo desde hace algunos años un Decálogo de buenas prácticas ambientales en las playas.
Decálogo de buenas prácticas ambientales en las playas
Este decálogo, enfocado para los establecimientos que se establecen en la playa (los llamados chiringuitos), trata de concienciar a los dueños, así como a los clientes de estos establecimientos, de buenas prácticas para proteger el litoral y, con ello, la biodiversidad del planeta.
Así, el decálogo establece:
- Colocar un punto de información y sensibilización ambiental para informar sobre lo que pueden hacer todos, grandes y pequeños, por ayudar a la biodiversidad.
- Limpiar y mantener en buen estado, sin contaminación, la zona de la playa (ya que la biodiversidad no debe ponerse en peligro por disfrutar en vacaciones).
- Colocar contenedores de reciclaje, no sólo un contenedor para toda la basura sino varios con los que se vaya seleccionando la basura según sea posible su reciclaje o no.
- Tratar de ahorrar tanto en agua como en energía y promover el uso de las energías renovables para llevar a cabo la gestión del negocio y, al mismo tiempo, concienciar a otros de que es posible funcionar con energía renovable y con algunos gestos que ayuden a la biodiversidad.
- Mantener las instalaciones en buen estado para que se mantengan por mucho tiempo sin que haya que invertir dinero en ellas y, al mismo tiempo, no haya que dañar a la biodiversidad por nuevas instalaciones.
- Utilizar los envases y recipientes en base a un criterio ambiental ya que, lo que se intenta, es proteger la biodiversidad, no dañarla más con el uso de envases que puedan contaminar.
- Fomentar el uso de productos ecológicos y que no tengan embalajes innecesarios ya que, de esa manera, se ahorra en el embalaje y, al mismo tiempo, se compran productos que se obtienen de manera adecuada y sostenible para la biodiversidad.
- Favorecer el empleo local.
- Colaborar con los servicios públicos de la playa, por ejemplo en cuanto a mantener limpio el entorno del establecimiento y no dañar la playa o los alrededores.
- Ser defensor de la biodiversidad marítimo-terrestre ya que puedes avisar e informar a otros sobre los malos actos que hagan y concienciarlos con la biodiversidad.
Por todo ello, ¿te animas a participar en el decálogo?
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