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Becsa, una compañía perteneciente a Simetría Grupo y especializada en proyectos de construcción e infraestructura, ha aplicado recientemente un tratamiento fotocatalítico en algunas calles de la Zona de Bajas Emisiones de Castellón.
Este servicio está orientado a reducir los niveles de contaminación atmosférica y a mejorar la calidad del aire.
Tratamiento fotocatalítico de Becsa en Castellón
La denominada fotocatálisis que ha aplicado Becsa es, en realidad, una reacción que se produce expresamente cuando la luz solar activa un catalizador, capaz de neutralizar la contaminación.
La compañía puede aprovechar la versatilidad de este tratamiento en todo tipo de superficies urbanas como el adoquinado de las calles.
En este servicio en concreto, Becsa ha aplicado el tratamiento fotocatalítico en las calles San Luis, San Félix, San Roque, Temprado, Luis Vives, Trinidad, Navarra y Plaza Clavé, todas ellas enmarcadas en la Zona de Bajas Emisiones de Castellón.
Y no es el primer tratamiento que realiza en esta área. En el mes de junio también se aplicó la fotocatálisis en las calles Conde Pestagua, Sagrada Familia, Tosquella, Santa Bárbara, San Miguel, Almansa, Nueve de Marzo, Obispo Capero y Arquitecto Maristany.
Características de la fotocatálisis aplicada por Becsa
La fotocatálisis es un proceso que aprovecha Becsa en este servicio, orientado a la limpieza y descontaminación de entornos urbanos.
Se desarrolla partiendo del ejemplo que ofrece el proceso de fotosíntesis. En este caso las plantas aprovechan la clorofila de sus tejidos y, mediante la exposición a radiación solar, transforman el dióxido de carbono (CO2) en oxígeno (O2).
La fotocatálisis hace algo parecido. Primero se tratan los materiales que van a recibir la exposición con dióxido de titanio (TiO2) y luego se aplica radiación solar. Así se produce una reacción, con la que este elemento degrada una gran cantidad de compuestos que hay presentes en la contaminación urbana y los transforma en residuos sólidos inocuos y evacuables, ya sea a través de la lluvia o directamente con agua.
Es más, la fotocatálisis también puede retirar del aire el óxido de nitrógeno (NOx) que se acumula precisamente por la contaminación, sobre todo en zonas urbanas.
Lo mejor del tratamiento que aprovecha Becsa para la mejora de calidad del aire en Castellón es que casi todos los materiales existentes en el entorno urbano pueden ser fotocatalíticos. Es decir que es posible aplicar el tratamiento en asfaltos, baldosas, cubiertas, etc.
La fotocatálisis representa un tratamiento tan importante y con tanto potencial, que incluso existe la Asociación Ibérica de Fotocatálisis (AIF), enfocada a difundir todo lo relativo a esta tecnología, con el fin de que pueda aprovecharse lo mejor posible, entre otros ámbitos, también en la construcción sostenible.
Innovación de Becsa orientada a la sostenibilidad urbana
La fotocatálisis es una innovación científica y tecnológica (aunque su descubrimiento parte de mediados del siglo XX), que la compañía de Becsa aplica con éxito en tratamientos de limpieza como el de Castellón en la actualidad.
En cualquier caso, la empresa mantiene un ritmo constante en implementación de soluciones tecnológicas avanzadas para ciudades más limpias y sostenibles.
De hecho, en la actualidad mantiene el desarrollo de varios proyectos relacionados con este ámbito.
Por ejemplo, junto con el centro tecnológico Itene, están impulsando el proyecto Epulen, que consiste en el desarrollo de un sistema inteligente con el que controlar y monitorizar en tiempo real las emisiones de partículas generadas en procesos de fabricación de materiales de construcción, el desarrollo de infraestructuras o la edificación de vía pública.
Otro proyecto destacable en sostenibilidad de Becsa es el de Crystal-Lung, que incluso este verano obtuvo el Premio Faro a la Iniciativa Empresarial en la IX Edición Faro PortCastelló.
Consiste en una barrera de cristales de sonido, que permite controlar el ruido y la contaminación atmosférica. Es más, este sistema puede incluso absorber partículas respirables que son nocivas como PM10, PM2,5 y Black Carbon, mediante unos elementos discontinuos que se combinan con un sistema de difusión de agua.
La inversión en sostenibilidad de Becsa y su compromiso medioambiental es patente incluso en proyectos de edificación. Uno de los casos prácticos más recientes es el del Edificio de Investigación II de la Universidad Jaume I, que incluso ha obtenido la máxima certificación de sostenibilidad concedida por Green Building Council España (GBCe).
Se trata de la primera universidad valenciana que obtiene la máxima calificación en sostenibilidad para un edificio del campus.
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