La realidad empresarial y por tanto nuestra propia economía no deja de sorprendernos. Hoy os queremos hablar de dos proyectos que realmente pueden chirriar cuando leemos sus propuestas, pero, sin embargo, están llenos de coraje cuando se reinventan los usos de aquello que tenemos en nuestro día a día. Son dos historias que nos llaman la atención por provenir de puntos muy lejanos en la geografía, pero unidos por la idea de querer darle un nuevo uso a cosas “cotidianas”.
El estadio de Catar hecho de contenedores para barcos
Uno de los estadios olímpicos de Catar y que albergará la Copa del Mundo de Fútbol en 2022 estará construido utilizando contenedores de barcos reciclados. La idea surge de la tendencia existente entorno a los estadios de fútbol construidos para eventos multitudinarios y que prometen ser un impulso para la economía, pero luego simplemente quedan abandonados, como es el caso de algunas de las instalaciones utilizadas en Río.
De esta manera, Catar ha planteado la construcción del Estadio Ras Abu Aboud pretendiendo que resuelva las necesidades a través de estructuras temporales que luego se puedan ser desmontadas. Es ahí cuando los contenedores de los barcos surgen como uno de los elementos de construcción más idóneos.
Autobuses en Londres que utilizan café como combustible
El café es el “combustible” de muchos de nosotros todas las mañanas, pero los londinenses lo han llevado un paso más allá, porque en Londres los autobuses de biofuel utilizan granos de café ya usados. De esta manera se reaprovechan los granos de café, pero además se disminuyen las emisiones contaminantes en la ciudad. La starup encargada de estos autobuses apuesta por un modelo de negocio “bio-bean” y colaboran con ella grandes energéticas como Shel y Argent Energy. Sin duda un gran paso para la energía limpia.