Durante el presente mes de mayo, Toyota se convertirá en el primer fabricante de automóviles del mundo en utilizar biohidrina, una goma biosintética de nuevo desarrollo, en la producción de tubos flexibles para motores y sistemas de transmisión.
El uso de este material en vehículos representa un pequeño, pero importante, paso adelante para alcanzar una serie de ambiciosos objetivos medioambientales fijados por Toyota en octubre de 2015, recogidos en el ‘Desafío Medioambiental de Toyota 2050’, y que representan la exhaustiva hoja de ruta para contribuir a la sostenibilidad medioambiental mundial.
De cara al futuro, la multinacional japonesa del automóvil seguirá desarrollando y comercializando tecnologías que permitan el uso de materiales como plástico ecológico y goma biosintética en un mayor abanico de componentes.
Desarrollada conjuntamente por Toyota, Zeon Corporation y Sumitomo Riko Co., Ltd., la goma de biohidrina se fabrica a partir de biomateriales de origen vegetal, frente a la epiclorhidrina, un compuesto de epoxi —polímero termoestable que se endurece cuando se mezcla con un agente catalizador— de uso común.
Dado que las plantas absorben CO2 de la atmósfera durante toda su vida, se calcula que dichos biomateriales alcanzan una reducción del 20% de emisiones durante el ciclo de vida del material, en comparación con la goma de hidrina convencional producida a partir de petróleo.
Los primeros vehículos en utilizar tubos flexibles con detección de vacío producidos a partir de biohidrina se comenzarán a fabricar durante este mes de mayo, llegando a todos los modelos fabricados en Japón a finales de 2016.
En el futuro, Toyota tiene previsto ampliar el uso de la biohidrina a otros componentes de goma de alto rendimiento, como los tubos flexibles de los frenos y los conductos de suministro de combustible al motor.